Descubre cómo una alimentación consciente puede ayudarte a reducir síntomas como la inflamación, el acné, el cansancio y la resistencia a la insulina. Sin dietas extremas. Sin contar calorías. Con sentido común y compasión.
El síndrome de ovario poliquístico se ve mejorado por un cambio en la dieta, aumento en el ejercicio, y disminución de al menos un 5% de peso corporal.
La dieta debe ser basada en una alimentación de tipo mediterránea, baja en hidratos de carbono, alta en proteínas, fibras, y ácidos grasos como el omega-3 (DHA Y EPA).
Es importante asegurar la ingesta adecuada de nutrientes específicos, cómo ácido fólico (B9), polifenoles, yodo, hierro, calcio, vitamina D, vitamina B12 y probióticos comiendo frutas, verduras, hoja verde oscuro, legumbres, pescados grasos, mariscos y moluscos, carne animal y lácteos.
La obesidad es uno de los factores que probablemente afecten más al Síndrome de Ovario Poliquístico ya que aumenta los síntomas provocados por el mismo.
La razón es simple; la mayoría de las hormonas masculinas se generan en gran parte por señalización de la masa adiposa a las gónadas. El aumento de andrógenos (hormonas masculinas) aumentan los síntomas del SOP y al mismo tiempo provocan mayor dificultad para bajar de peso y eliminar la grasa corporal en exceso.
Las células grasas contrarrestan la acción de la insulina provocando también un estímulo elevado de insulina en sangre y menor captación de glucosa en el organismo, que es otro de los mayores aspectos clínicos del SOP.
Disminuyendo la obesidad a través de dieta y evitando el sedentarismo, estas señales se ven atenuadas, y el SOP mejorado.
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